POR QUÉ NO VOY A RESPONDER LA PREGUNTA DOMINGUERA

Por Tinterillo.

“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Esta es la pregunta, que no responderé este domingo y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó para la consulta que propuso el habitante de palacio nacional y que como todo lo que dice busca dividir más a los mexicanos. Ahora encontramos a quienes apoyan esta “consulta” y la ven como un proceso democrático y de participación de la ciudadanía. Y por otra parte o los contrarios, que ubican como una acto más de propaganda populista.

El hecho es que la ley obliga al gobierno a investigar cualquier acto que pueda conformarse como delito, de quien sea, hasta de los expresidentes, y si por tanto a procesarlos, sin necesidad de pedir una “consulta” que emanó de una decisión presidencial y no del pueblo. Pues esta, aunque se diga lo contrario, no estaba en el imaginario del “pueblo bueno”.

Pero además si se somete a investigación y juicio a esos personajes del pasado, que tanto persiguen a López Obrador, lo más seguro es que sigan el camino del 8 por ciento de los delitos que del 100 que se cometen en el país, se indagan, porque el restante 92%, la mayoría, no se investigan, ya sea por falta de una denuncia o porque la fiscalía correspondiente no abrió carpeta correspondiente, vamos no las “pela” como diría el “pueblo bueno”.

Y de pertenecer a ese 8 por ciento podría caer en esos 3 de cada 10 expedientes con carpeta abierta, con investigación, probablemente con algún detenido y hasta reparación del daño, porque los otros siete duermen “el sueño de los justos”. Vamos la mayoría de los delitos que ocurren en nuestro país no se resuelven. Entonces para qué tanto rollo mañanero respecto a su “consulta”.

Estos fantasmas que persiguen al habitante de palacio y su obsesión por el juicio a expresidentes y bajo su habitual argumento de que sea el pueblo el que decida, plantea la llamada “consulta popular”, aunque en la original quería poner los nombres de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Pero creo que le falló, porque debió incluir desde Guadalupe Victoria, Guerrero, Bustamante, Gómez Farías, Santa Ana, Juárez, Lerdo, Díaz, Madero, Huerta, Carranza, Obregón, Plutarco, Portes Gil, Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez, Cárdenas, Ávila Camacho, Alemán, Ruíz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo,  de la Madrid y los que siguen, además de los que durante el siglo antepasado faltaron, hasta llegar a él: López Obrador.

Y por qué a todos, pues por transas y por haber construido un sistema autoritario, por mentirle al “pueblo bueno” por no haber cimentado un sistema que garantizara la justicia y sobretodo que combatiera la impunidad, claro y por la “lana que se picaron y negocios paralelos”, basta revisar algunos apellidos y de dónde parte su fortuna.

Pero la Corte cambió la pregunta por otra que no dice nada y que si dice no valida el que se enjuicie a los expresidentes, sino a una bola de “actores políticos” (son un ch…. muchos, todos, por eso se le debe de incluir), entonces no vale nada su preguntita, su “consulta”, bueno sí tiene un alto costo para un país que requiere vacunas, medicinas, apoyos para pequeñas empresas, etc.

No voy a responder la pregunta de este domingo porque atentaría contra el sistema judicial del país, contra esa parte de la división de poderes; porque es populista y autoritaria la propuesta y quiere distraer de los verdaderos problemas del país; porque busca justificar su fracaso  frente a la corrupción que ha permitido y solapado, así como la impunidad de familiares, amigos y colaboradores; porque además no tengo credencial para votar, la acabo de perder. Pero aunque la tuviera no me presto a ser parte de un juego populista que a nada nos llevará y cuyo costo debería dar vergüenza a quien la propuso: Andrés Manuel López Obrador, por eso y más en unos años escuchará el grito de  “¡A la reja ése López, tiene visita que viene de la Chingada”!

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