AFGANISTÁN, ¿UNA INVERSIÓN REDITUABLE?

Por Armando Adolfo Martínez Meneces
Flavio González Ayala

A lo largo de la semana, el mundo atestiguo las acciones a las que está dispuesta la humanidad para tomar territorios estratégicos, y los medios de comunicación se han encargado de difundirlo por medio de imágenes, relatos, videos, y más, para comprobarlo; sin embargo, este tema de conquista no es algo nuevo. En el colonialismo, Europa se repartía el mundo y tomaba territorios americanos, asiáticos y africanos para crecer económicamente y así aumentar su poder e influencia en el globo. Los territorios occidentales fueron tomados a la fuerza, en búsqueda de nuevas rutas para el comercio, (buscaban cobre y encontraron oro, literalmente, pues era un territorio inexplorado regocijante de recursos valiosos como el oro y la plata), territorios que fueron “liberados” de la monarquía española por la estrategia indígena, de organizar su independencia al aprovechar la inestabilidad política de España (que tenía en su poder gran parte del continente), y la motivación de la independencia estadounidense.

Un patrón parece ser el mismo hasta el día de hoy; hay una conquista, se generan revueltas sociales acompañadas de ideologías, intereses, sentimientos, etc. Pero al final, todos queremos lo que nos pertenece, y tanto los conquistadores como conquistados ven al planeta como un generador de riqueza que les permita satisfacer sus necesidades en función de los ingresos que ésta les genere.  El colonialismo ha evolucionado a términos más “sofisticados”, digamos, que las reglas cambiaron, ahora se disfraza la esclavitud con un pésimo salario y una paupérrima calidad de vida (si así se le puede llamar), en el caso de África, China está invirtiendo intensa y constantemente en el continente como una manera estratégica para obtener sus recursos, pero esa es historia para otra nota, en este caso pero con relación similar, nos centraremos en Afganistán, una nación que durante veinte años  está en combate por su tambaleante relación entre EEUU, Rusia, y últimamente China.

Las claves finales son: la búsqueda de territorios inexplorados, el saqueo de los recursos o espacios estratégicos con intereses de los poderosos y una vez terminado el recurso, buscar otro espacio. Piénsalo, hoy es Afganistán, en unas décadas, será (o es) algún otro punto en el mundo, a mayor plazo…. ¿No estamos buscando planetas para el mismo proceso?… con la diferencia que no hay población que someter.

Para comprender el panorama Afganistán, se debe tomar en cuenta la gran cantidad de recursos con los que dispone (Arredondas, 2021) como el litio y el cobalto (necesarios para la producción tecnológica), petróleo y gas natural, así como su ubicación estratégica en el globo, al encontrarse en el sur de Asia, con rutas estratégicas. Si, las claves como la riqueza natural y la ubicación estratégica se han homologado en esta nación, y como ingrediente especial, se encuentra la religión, la herramienta clave para manipular y/o dividir a las sociedades (ya que se ha aplicado el islamismo de manera radical con la conquista de los talibanes).

Solo basta con recordar la historia reciente de la nación asiática para ver su relevancia en el juego internacional (NEWS, 2021): fue tomada por la unión soviética en 1979, y durante la década que estuvo bajo el dominio socialista se extrajeron con destino final a los soviéticos gran cantidad de  recursos (como el petróleo afgano), y como toda batalla de recursos no pudo faltar la Intervención americana una vez caído el régimen socialista a finales de los años ochenta (misma que continua hasta hoy en día y que tienen como fecha limite el 31 de agosto de este año para retirarse, 20 años después del atentado de las torres gemelas), misma intervención que ocasiono el desplazamiento de los talibanes hacia Pakistán en tan solo dos meses. Sin embargo, esta toma agresiva de recursos y territorios ocasiono que los locales enfadarán, y los talibanes en su momento tuvieron gran impacto social, por mencionarse como defensores del pueblo, al prometer el combate contra la corrupción. Y no podía faltar un actor elemental en la relación americana-afgana con relación al terrorismo Osama Bin Laden, individuo refugiado a la vez, por los talibanes, como ves, las cosas no pintaron nada bien desde el principio, y las diferencias se han agudizado.

La historia de Afganistán es un buen ejemplo para identificar la magnitud de los negocios en la sociedad actual pues, ¿Cómo una nación en constante conflicto ha logrado “permanecer” a la defensiva más de veinte años con la potencia del mundo? El juego económico global va en función a los ingresos, y en el caso de los talibanes, la mayor parte de éstos se obtienen a base al opio, un insumo para la producción de la heroína, curiosamente el talón de Aquiles de la sociedad americana, la drogadicción; y solo basta con ver el territorio dominado por los talibanes (que es mucho mayor que cuando comenzó la guerra en el 2001), para ver que el plan funciona, y como defensiva americana, ésta ataca la debilidad de los afganos, que son los préstamos a la nación, para mantener su dependencia económica, al retirar la ayuda del FMI, el fondo internacional liderado por EE. UU., para otorgar prestamos a las naciones del planeta.

Si bien, este enfrentamiento tiene matices polares agudizadas por la incertidumbre de la duración de la guerra, se llega a la pregunta del millón (que a su vez nos dará respuesta de lo que demorará la guerra en culminar): el conflicto entre EE. UU., y Afganistán, ¿Es una inversión redituable? Considerando que las guerras son la carta bajo la manga que ejecuta la nación americana para postergar o salir de las crisis económicas, la guerra le ha costado a la nación americana mil millones de dólares norteamericanos, pero el potencial de extracción económica que se puede obtener de la nación asiática repunta a tres mil millones de dólares norteamericanos, el negocio de la guerra parece estar aun en etapas tempranas, pues es una apuesta inmersa en un mundo en donde los recursos naturales se están agotando a un paso acelerado, ocasionando su encarecimiento precipitado, es más probable que la mesa de negocios se magnifique. Estados Unidos parece que no logró su negocio, sin embargo, los yacimientos de litio allí se encuentran sin explotar siguen allí y serán explotados por alguien, al haber intervenciones de otros grandes como Rusia, donde replantean sus relaciones políticas con Afganistán con la toma de posesión de los talibanes, China, que tiene varios años invirtiendo en la nación, y naciones vecinas como Pakistán, que ha otorgado ayuda a los talibanes, pero lo ha negado en toda ocasión.

Vale la pena concluir con una pregunta, Estados Unidos aprendió algo con sus 20 años de invasión, quizás el que no todo se consigue a la fuerza, sino con lo que se conoce como Softpower, en donde quizás hubiera influenciado de otra forma a la sociedad y no con el regreso de los Talibanes y la huida que se vieron en las noticias. Ojala y algún día se llegue al mundo utópico que todos anhelamos.

Referencias
Arredondas, M. (20 de agosto de 2021). Atalayar.com. Obtenido de https://atalayar.com/content/las-potencias-econ%C3%B3micas-miran-con-ambici%C3%B3n-los-recursos-naturales-de-afganist%C3%A1n-ahora-bajo
NEWS, B. (Productor), Roura, A. M. (Escritor), & Roura, A. M. (Dirección). (2021). Cómo empezó la guerra de EE.UU. en Afganistán [Película]. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=Ukb6MjvW83Q


Flavio González Ayala.

Internacionalista. Candidato a Doctor en Relaciones Internacionales, Negocios y Diplomacia por la UANL.
Profesor Investigador de la Facultad de Economía de la UASLP.
Maestro en Estudios de Asia y África por El Colegio de México.


Deja un comentario