Por Tinta Oscura.
Con la capacidad que da el recurso del gobierno federal, que maneja a su antojo, Andrés Manuel López Obrador arranca abiertamente la campaña a favor de su partido tres años antes, al anunciar que realizará dos mil 700 asambleas en el país para revisar sus programas y apoyos sociales que da su gobierno a fin de consolidar la Cuarta Transformación, justificó.
El presidente dijo textual: “Yo quiero que podamos lo más pronto posible tener dos mil 700 asambleas en los dos mil 700 bancos. Voy a apartar el tiempo para estar antes de que termine el gobierno en los dos mil 700 puntos o sitios o lugares donde estén las sucursales del Banco del Bienestar y ahí me quiero reunir con todos los promotores, los que trabajan en las comunidades, para hablar con ellos y aplicarnos a fondo para transformar, porque tenemos que unirnos”. Solo le faltó citar que es rumbo al 2024.
El habitante de palacio se da cuenta que su partido es un desastre y que carece de organización y liderazgo y que solo él y nadie más que él lo tiene que enderezar para catapultar a su candidato o candidata rumbo a la elección presidencial, que todo apunta que será Claudia Sheinbaum.
Al encabezar la supervisión de los Programas de Bienestar en Motozintla, Chiapas, el mandatario tabasqueño detalló que “apartará tiempo” para reunirse con los Servidores de la Nación, los promotores de Sembrando Vida y los promotores del programa de Pensión a Adultos Mayores para hablar con ellos y así aplicarse “a fondo” para consolidar su transformación. Aún y cuando en casi tres años de gobierno y desde su templete mañanero realiza proselitismo permanente a su favor, López Obrador está nervioso debido a que su movimiento, denominado “cuarta transformación”, va perdiendo respaldo y por tanto mantiene su postura de no gobernar, de seguir haciendo a un lado su responsabilidad para la cual fue electo y lanzarse a consolidar su dictadura a través de una supuesta supervisión y organización de sus programas clientelares.
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