Por Claudia Gómez Montealvo.
Siempre se ha caracterizado por ser una entidad controversial, conflictiva en términos políticos, donde se ha caracterizado por contar con gobernantes interinos y sustitutos. Han cambiado de mano diputaciones, presidencias municipales y legislaturas.
Estos detalles se encuentran bastante bien descritos en el texto titulado “San Luis Potosí: Una Alternancia Política Conflictiva”, de José de Jesús Gama Ramírez, del Centro de Estudios Históricos de San Luis Potosí. Quien hace una cronología de estos sucesos tan controversiales característicos de esta entidad, que si bien a transitado a un estado de calma política y reconocimiento de alternancias, no ha dejado un mejor estado.
De ahí el título de este artículo, si ¿existe una receta secreta para gobernar San Luis Potosí? Porque gobierno que sea, del partido que sea. No se ven mejoras contundentes que hagan de este estado un lugar idóneo para vivir.
Titulares de distintas órdenes de gobierno han dejado mucho que desear, algunos más preparados que otros en el ramo profesional y político, algunos con pedigrí, pero sin distingos todos parecen coincidir en un estilo “dejar las arcas vacías, deuda pública impagable, además de ser grises y opacos”.
Si bien NO existe una receta secreta para un estado tan suigéneris, bizarro y conservador como es San Luis Potosí, si se pueden hacer algunas recomendaciones de lo que no se debe de hacer.
Primeramente- “reducir” el compadrazgo, que si bien no estamos haciendo política en Dinamarca o Suecia y eliminar los compromisos adquiridos durante una campaña y aquellos que por consanguinidad existen está en chino en este país, disminuir estas prácticas serían de gran ayuda para la conformación de un gobierno por lo menos aceptable.
Segundo- abrir nuevos espacios a distintas formas de pensamiento y al talento potosino. Identificar líderes, profesionales y profesionistas decentes que den frescura y aporten nuevas formas de hacer las cosas fortalecerían un gobierno. Romper los esquemas de siempre los mismos, las mismas familias, padres e hijos perpetuándose en el poder, le daría un giro positivo y crearía un gobierno incluyente.
Tercero-evitar improvisaciones, considerar que no se va a inventar el hilo negro de la administración pública, el creer que cada que inicia un gobierno, viene un ultra-plus sabedor de todos es un engaño. Tener planes y metas bien definidas y alcanzables ayudaría a definir el estilo de un gobierno.
Cuarto-eliminar la soberbia, el creer que lo saben todo y considerarse el Tlatoani, Rey o Guía iluminado, es un gravísimo error, el creer que siempre se está en lo correcto, que no hay problemas y que el de atrás todo lo hizo mal, es un mal de aquellos lideres necios, ciegos y torpes que por lo general suelen rodearse de zalameros.
Con solo cumplir una de estas recomendaciones o ingredientes para que la receta salga bien, la entidad sería otra o por lo menos serían los primeros pasos para transitar a un nuevo estilo de gobernar.
Claudia Gómez Montealvo
Estudios de Postgrado en Ciencia Política, Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maestra en Administración y Políticas Públicas por el Colegio de San Luis, A.C.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Estudios en Derecho por la Universidad del Centro de México.
Asesora de Gobiernos federales, estatales y municipales.
Consultora de diversas legislaturas del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
Activista de diversos colectivos y asociaciones civiles, con enfoque en derechos humanos, prevención del delito, mujeres, cultura y educación.
Medias Tintas SLP 