Y AL DESPERTAR ESTO ENCONTRÓ

San Luis Potosí es una ciudad convulsa, inoperante, con altos niveles de inseguridad y severos problemas de corrupción, le atizó el maestro Enrique Galindo en su discurso al gobierno municipal que se fue, pero no paró en eso, todavía fue más claro: “Nos están entregando una ciudad territorialmente destrozada, socialmente abandonada, brutalmente insegura, inexplicablemente oscura, burdamente traicionada, y enferma gravemente de una corrupción que no puede quedarse sin castigo».

El alcalde capitalino sostuvo que tras un diagnóstico realizado, conforme a diferentes indicadores, la conclusión es: la capital colapsa. Y como no, si San Luis Potosí se encuentra entre las diez ciudades con mayor inseguridad  en el país, por eso lo que dijo Galindo que «En incidencia delictiva, percepción de inseguridad, movilidad sustentable, feminicidio y violencia de género, competitividad económica, transparencia gubernamental, obra pública, o cualquier otro, los datos reflejan una realidad contundente: San Luis Potosí fue mucho pueblo, para tan poco ayuntamiento». Es cruel pero real, crudo pero verás… como dijo Alfredo.

Solo con andar por algunas calles del Centro Histórico donde aparecen los lobos de la cueva, porque como se dice “parecen cueva de lobos”, o darse una vueltecita por obras inconclusas como algunas por el Tangamanga II y calles parchadas cuyos remiendos ya se descocieron, o destaparon, para darnos cuenta que lo anterior fue un cuento o un engaño que traicionó la confianza de muchos potosinos y marcó un apellido del que se esperaba mucho, pero mucho más.

Sin patrullas en los últimos días de la gestión del ayuntamiento capitalino 2018-2021 que hasta una agente fue asesinada en su vehículo, el personal, utilizado para trabajar y suplir aquel cuya renta había terminado. Y cuyos compañeros la acompañaron a su última morada en el silencio de unas cuantas motocicletas y tres patrullas.

 Así que la crítica de Galindo quedó corta frente a lo que está costando el desinterés de una administración que fue, ya no es, pero que la ciudadanía no olvidará y si esta es de corta memoria no faltará una “tinta” que les recuerde.

Así en su toma de protesta al frente del gobierno capitalino para el trienio 2021-2024, Enrique Galindo, el maestro, se comprometió desde el atril: «Aquí quiero dejar muy en claro que seremos un ayuntamiento que apostará por la concordia, y la suma de voluntades, con el gobernador Ricardo Gallardo, con los diputados locales y federales, con nuestros senadores, con otros alcaldes, con el rector y con todos aquellos que podamos sumar a una visión de una capital fuerte y unida».

Y no tardó por la respuesta, pues Ricardo Gallardo, que le encanta atizarle a los que se fueron, le dijo, nos dijo, dijo: Para el caso de la ciudad de San Luis, que se recibe prácticamente devastada y cuyas quejas ciudadanas más sonadas son la falta de agua, los baches, la inseguridad y los problemas de movilidad se trabajará conjunta y coordinadamente con la presidencia municipal capitalina para resolverlas.

Y ante la carencia de elementos de seguridad preciso que 250 de estos laborarán en las calles de la capital con patrullas estatales, y aclaró de dónde los sacó: esos policías servían en anteriores administraciones de escoltas a funcionarios.

Y como Galindo también tocó el caso del agua que en muchos lugares solo la tienen cuando llora el cielo y a veces es nunca, el ejecutivo estatal junto con el municipal tratarán de “resucitar” al organismo operador del servicio, Interapas: “Buscaremos métodos y recursos para que el organismo vuelva a vivir y otorgar servicios a toda la comunidad”.

 Y para que no nos ahoguemos en el río Santiago, cuando llueve o cuando el tráfico lo hace imposible, porque cuando no llueve es avenida (algo así dijo Jongitud), se promoverá la conformación de una nueva vía alterna al bulevar Río Santiago y la conclusión de los proyectos pendientes para habilitar otras tantas hacia la zona industrial. Y es que sí, dejaron todo a medias y botado, aunque digan que no, pero sí.

Y como ya le habían dicho que trabajarán con él, pues respondió que igual, “para empezar una nueva etapa de trabajo en unidad, cordialidad y respeto con el ayuntamiento de San Luis”. Pero antes remataba al ofrecer a las familias capitalinas restituir los programas sociales que les fueron quitadas en la anterior gestión municipal, así como préstamos a los comercios de la ciudad.

Estuvieron duros y tupidos, bueno se lo buscaron por ser “camarillas” pirrurescos y que conste que se les dijo, no se quejen, aguanten vara o que ya van chillar, porque nos contaron que algunos como que les cantaron aquello de “quiere llorar, quiere llorar”, eso sí no sabemos si de dolor o arrepentimiento.

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