DESTINTES POLÍTICOS

Por David Medrano.

EN VÍAS DECOLORANTES

En apenas quedó autorizado como un proyecto federal estratégico, para el desarrollo de la movilidad, la construcción de la vía alterna Juárez – Eje 140, se festinó por el gobierno pasado, como una obra que resolverá el pesado tráfico que se acumula en la franja oriente de la ciudad, justo en la salida a la región industrializada de la carretera San Luis – Querétaro.

Antes de que concluya este año debe estar listo un primer tramo de 2 kilómetros, un avance muy incipiente si se considera que el trazo abarca poco más de 10 kilómetros, pero han empezado a replantearse los diseños originales, entre ellos, el que conecte sólo con el eje 128. Así parece que sucederá con el tiempo, no hay el mismo entusiasmo que antes.

A reserva de que haya cualquier otra resolución y que por lo general consume tiempo por largos plazos, el Área Natural Protegida decretada para la Sierra de San Miguelito, le viene a poner freno a múltiples desarrollos que habían previsto en el cerro de oro, entre proyectos grupales y personales, y que habían colgado a la vía alterna.

Una de las grandes farsas del gobierno pasado se trató de ese proyecto, negociado por mucho tiempo con la Federación, a quien le vendieron la idea de que se trataba de una milagrosa solución al problema de movilidad y conflicto vial de una ciudad en expansión, sin el mínimo ordenamiento, y que curiosamente atravesaba una región de alta especulación con la tierra, donde los barones inmobiliarios tienen reservas extensas, y en la que hacía falta una obra de apalancamiento.

Es así que se concibió con el nuevo concepto de unir la ciudad con la Zona Industrial, como la justificación idónea de un proyecto que desde hace varios años estaba planteado, para las inmediaciones de la Sierra de San Miguelito, allá por el trienio municipal de Victoria Labastida.

En uno de sus momentos de arranque, cuando le reclamaban que no se avanzara con prontitud, el ex gobernador Juan Manuel Carreras López les reviró con algo de enfado: es que ustedes no quieren meter ni un peso a las vialidades.

La Federación cayó en el garlito, y después el presidente del país Andrés Manuel López confirmó el inicio de esa obra, dentro del primer paquete del Plan Emergente de Obras, para reactivar la economía postcovid.

Lo apresurado era eso, el que arrancara la construcción de la ruta alterna, generar la expectativa de que con un avance mayor, pudieran empezar a detonarse lo que han visualizado los señores del dinero, como el crecimiento de San Luis.

Error si no, porque es cuando se repite mantra constante que Querétaro es más competitivo, Guanajuato tiene más certeza, y que SLP pierde frente a otras entidades vecinas, y ahí, sí, vienen los cataclismos, la pérdida de inversiones, empleos, servicios, y más.

El municipio de la capital pareció arreglarse bien con el tráfico vehicular que va a la Zona Industrial, con ese programa de Expresso 57. La mayoría de los trabajadores que van hacia Zona Industrial, hacen traslado sentido norte a sur, por el bulevar Río Santiago, suena poco práctico cruzar la ciudad a las horas de la madrugada, para utilizar una ruta alterna que no tiene fecha de conclusión, y que supondría un bulevar solitario, muy solitario.

Ni se diga tener que cruzar un tramo considerable del periférico, para acceder a esa vía. Es el gobierno actual el que recordó el abandono en que está desde hace años esa vialidad, y le canalizó recursos destinados a la rehabilitación integral de los poco más de 40 kilómetros que tiene de extensión.

No es que apenas registre un avance de solo 2 kilómetros, sino que cada vez más se antoja la ruta alterna como una obra innecesaria, al menos no para una mayoría, y que decolorada, a cómo va, será muy raro que tenga el impacto que presumieron en el sexenio pasado.

Tan así, y medida está de esa manera por el gobierno federal que ni siquiera en el arranque de los trabajos, un supuesto proyecto estelar, le mereció al presidente del país Andrés Manuel López Obrador acudir a SLP a constatar «el avance del desarrollo, la promesa de una vialidad que mejor conecte con la Zona Industrial».

Ni siquiera un funcionario federal de primer nivel, en el arranque.

También estuvo la posibilidad de que la vía alterna, fuese realizada como una prolongación de la avenida Salk, pero más allá de los peros que le observaron por estar más urbanizado, con una traza más amplia, lo que no gustó es que los terrenos que podrían utilizarse para construir esa infraestructura vial, en su mayoría, son de propiedad ejidal y de anexos a San Juan de Guadalupe. Es decir menor rendimiento por las propiedades, y la obligatoriedad de entrarle más a la especulación, a comprar tierra con dinero de los propios bolsillos, y a esperar que maduren los proyectos, como dicen con frecuencia.

Si el Área Natural Protegida en la Sierra de San Miguelito se dimensiona, obligará a que más allá de la protección de superficies, se meta alto a varios otros en proceso de desarrollo, no habrá el mismo entusiasmo para con la ruta alterna, y cualquiera de los compromisos acordados, entre partes involucradas, cada vez más complicado en su cumplimiento.

Esa infraestructura aún va para largo, con el rediseño planteado, apenas alcanzará al eje 128. A los interesados los puede tener sin cuidado, mientras el trazo original les conceda beneficio en los terrenos que tienen cercanos al anillo periférico, y por donde se ha discurrido el crecimiento inmobiliario en las últimas décadas.

Es grande la posibilidad del abandono, con el tiempo los integrantes de los grupos ejidales, tendrían como principal motivación acercarse a los programas que acerca la Federación, buenos o no, más que a promesas inmobiliarias y sus capitales de ocasión.

El ANP reflejó después de todo, la ruta alterna estuvo concebida desde un origen como un multimillonario negocio que regaló el gobierno de Carreras a unos pocos.

Con lo descolorida que se hace cada vez más la ruta Juárez – Eje 140, no será raro ver esa vialidad como un mero paseo por el que circula el tráfico local, sin problema alguno, con carriles amplios, pero muy alejado del bulevar que pende de alfileres, y se presumió con espejitos.

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El municipio recurrirá a la contratación de un crédito, con los esquemas que han planteado y otros financiamientos, buscarían construir una bolsa de entre 200 y 300 millones de pesos, para emprender las obras que se ofrecieron en la nueva gerencia del Interapas.

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No quedó claro porqué el municipio capitalino tuvo que recurrir a un mismo esquema, controvertido, para hacerse de patrullas a partir del mes de enero.

El arrendamiento de unidades que criticaron al gobierno del inhabilitado ex alcalde Xavier Nava, ahora utilizado de nueva cuenta.

@MEDCORP

dmedranou@gmail.com

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