DESTINTES POLÍTICOS

Por David Medrano.

LA BATALLA POR EL CERRO DE ORO

 Lo que se pensaba de inicio, la declaratoria de Área Natural Protegida sobre la Sierra de San Miguelito, iba generar diversas reacciones, no todas ellas favorables, la protección del ambiente, sí genera muchas simpatías, pero para aquellos que siempre han visto negocio en la urbanización de reservas territoriales, donde se encuentren, nunca será opción.

María Luisa Albores titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, se regodeó en que el diseño y armado de la ANP, es uno que es prohibitivo al desarrollo inmobiliario, no estará permitido ni de cerca ni de lejos en la Sierra de San Miguelito.

Eso lo dice, claro, desde su experiencia como funcionaria federal, cuya cercanía más visible que ha tenido con esa reciente ANP creada y los grupos ejidales y comunales, es a través de correspondencia, en legajos de hojas con una descripción del caso, pero que es desconocida con total amplitud.

No es de ahora, la Sierra de San Miguelito ha cruzado por diferentes etapas, en las que con o sin ANP, le han quitado superficies considerables, para realizar varios desarrollos inmobiliarios, ahí están a la vista, bordean el anillo periférico norte, en una franja muy extensa. Al igual que la vía alterna, uno de los proyectos de infraestructura más demandados, aderezado de intereses, hace unos años fue la ampliación y modernización del bulevar Antonio Rocha Cordero, pensado al inicio del sexenio del ex gobernador Fernando Toranzo, más allá del obligado mantenimiento a esa vialidad, mucho del fundamento era favorecer a los asentamientos habitacionales de los alrededores. Ni más ni menos. 

No había cumplido una semana la ANP de la Sierra de San Miguelito, cuando le salieron críticos por doquier, desde los que acusaron que engañaron al principal promotor del proyecto de protección, el presidente del país Andrés Manuel López, con una propuesta sin socializar, ni validez, hasta los que se lanzaron con una de las palabras que más miedo causa en el ámbito de la regulación y certeza en la tenencia de la tierra: el despojo. 

Apostados donde no se les vea pero sí se le sienta, están los grupos inmobiliarios que utilizan a ejidatarios como su brazo operativo. 

Y, también, los ambientalistas que ya observan un logro histórico, justificado, y que creen con efectos duraderos, permanentes, inamovibles. 

Es la batalla que apenas inicia, y que empezará a volverse más encarnizada y frontal, conforme se avance hacia la consolidación de un Programa de Manejo, como exige la Ley, debe acompañar a las ANP’s. 

Albores no tarda en estar en SLP, con ese propósito, el PM debería estar listo hacia el mes de marzo, para después ser publicado en el Diario Oficial de la Federación, su presencia obedecería a iniciar los trabajos de consulta, entre grupos comunales y ejidales, con inconformes, y con los que no. 

Esos trabajos arrancan con dos problemas adicionales de inicio, y que en mucho afectan la consolidación de la ANP. Por un lado una altísima probabilidad de que se interpongan recursos contra la declaratoria y como sucede en varias ocasiones dentro de la materia agraria, inicie un larguísimo litigio. La Sierra de San Miguelito es un muy ejemplo de esos casos de larga data, y que derivan en el estatismo y pleitos infinitos. 

Ahí está la trabada la etapa de mantenimiento del anillo periférico. 

Por otro lado, no es el mejor momento para las Áreas Naturales Protegidas del país, con un presupuesto federal ínfimo, asignado cada vez en menor proporción, y que en distribución equivale a unos cuantos pesos por hectárea de superficie. 

No muy halagador el panorama. 

Lo dijo hace tiempo López Obrador, y lo festeja como una de las máximas promesas del desarrollo la titular de SEMARNAT, la ANP de Sierra de San Miguelito para que tenga certeza, y sus habitantes no sientan no son tomados en cuenta, tendrá como uno de sus principales apalancamientos del bienestar, el programa Sembrando Vida, con el que se pagan cantidades mensuales, por superficies sembradas y productivas. 

No está mal, si no se tiene en cuenta ese programa federal es uno de los más controvertidos, pues es difícil evaluar sus resultados, tanto en el éxito que presumen contribuye a la reforestación, como en el componente de que el ingreso que aportan ayuda a mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios. 

El Programa de Manejo si arranca su conformación, aún dentro de un proceso de judicialización de la ANP, será interesante conocer cuáles propuestas hacen los miembros de ejidos y comunidades. 

Uno de ellos, habitante de una de las regiones más inhóspitas, distantes y recónditas del municipio de la capital, allá por las zonas altas de Escalerillas, sin tapujos me dijo hace poco, nunca se le consultó para crear el ANP, ni mucho menos para ofrecerle algún tipo de compensación, estímulo o programa al que pudiera acogerse, en caso de sentirse vulnerado.

Los ambientalistas están muy seguros en ganar ante cualquier escenario, aún ante aquellos en que habitantes de la SSM con negocios montados para impulsar desarrollos inmobiliarios, arrecien sus inconformidades respecto a lo que asumen se trata de un despojo. 

No hay una forma fehaciente de demostrar que es así, por varios años la sierra ha estado en el abandono, empezó a tener importancia desde el momento que le concedieron hace un par de años, un valor monetario, quién podría además, juzgar al presidente por querer proteger el medio ambiente. 

Si procede el ANP, AMLO gana, porque demuestra que cumplió con su ofrecimiento. Y si no es así, también, porque puede aludir que por interés local y diferencias también locales, no tuvo mayor beneficio el Área Natural Protegida. 

Bastantito le falta a ese proceso en la Sierra de San Miguelito, encomiable, desde luego. Pero también deben observarse las otras áreas en modalidad de parque natural que se tienen en las cercanías. 

El de Sierra de Álvarez que tiene profundas cuevas y cañones convertidos en verdaderos basureros, así como varios de sus senderos. 

O el de Gogorrón donde poco a poco se gesta el germen de la especulación, y con voracidad empiezan a tratar de hacerse de tierras que tendrán un valor inmobiliario muy alto, en unos años más, como sucedió hace tiempo en la Sierra de San Miguelito. 

La Federación va necesitar más de sembrar arbolitos, si quiere que la flamante ANP no se diluya y deje en mal la palabra del presidente. 

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Los alcances hasta hace poco, eran poco conocidos. Le va dar una presión mucho mayor al desempeño del Interapas, cuando usuarios, hartos, recurran a la posibilidad a la que tienen acceso, y comiencen a interponer demandas para obligar les concedan el servicio. Es de tiempo. 

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Es siempre una posibilidad. El ajuste. El gobernador Ricardo Gallardo al cumplir sus primeros 100 días de gobierno, prepara una revisión detallada del desempeño de todos sus colaboradores. 

dmedranou@gmail.com 
@MEDCORP 

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