TINTAS POLÍTICAS

Por Tinterillo.

RING, RING, RING.- Se escucha una voz “a ver Xavier resuélveme eso, ¿cómo qué se va el Marco?, no la chin…., arregla eso ya, no vamos a perder una senador”. Sí Marko, lo voy a intentar, pero quiere chantajearnos, junto con otros, ya sabes Josefina y el Lozano, de Salazar no me queda muy claro, creo que no. Así nos podemos imaginar lo que el dirigente nacional del PAN pudo decirle al poder tras el trono en el blanquiazul potosino.

PERO SE FUERON.- Lo que fuera, Marco Gama Basarte se fue del Pan y junto a éste Josefina Salazar Báez, el nieto del ingeniero Mario Lozano (QEPD) y todo parece que los acompañará el Ing. Francisco Salazar Sáenz. 

ANUNCIADO.- Desde esta columna, éste Tinterillo, ya lo había advertido desde la elección interna de los azules, que varios se irían y pues era lógico que la competidora de Verónica Rodríguez Hernández, la impuesta por Azuara. Lo mismo podemos decir que el “niño” Lozano se iría a seguir los pasos del papá.

HUIR.- En lugar de quedarse y luchar por el espacio arrebatado, huyen dejan la plaza en manos del enemigo. Bueno eso deja en claro que nunca tuvieron la ideología panista ni clara, ni profunda y si me apura ni le entendieron, solo usaron el membrete, y Gama por muchos años.

EXTRAÑO.- Del caso de Salazar Sáenz si realmente se va, traicionaría sus principios de lealtad, y más si se incorpora a Movimiento Ciudadano, un partido que está a favor del aborto, que aprueba los matrimonios igualitarios, y acorde a la ideología de género. Algo que no aprueba y nunca lo hará el ingeniero. Veremos.

ENRIQUECIMIENTO.- Para irse dicen que hay un enriquecimiento inexplicable del cacique panista, dicen que a través de presta nombres apunta a ser dueño hasta de un hotel-boutique, eso hay que probarlo, pero qué mejor que desde dentro de la organización política.

Y LOS MILITANTES.- Lo cierto es que si Gama, Verónica, Lozano y de irse el mismo Salazar, los militantes les valen para tres cosas, para eso y para nada, cómo explicar que entonces solo estaban por el interés de lo que la política les dejara, no lo que por el bien de los ciudadanos pudieran construir a través de la política.