Por Tinta Oscura.
La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres la ONU la define como “cualquier acto de violencia de género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluidas las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
“El movimiento por los derechos de la mujer ha necesitado décadas de lucha para convencer a la comunidad internacional de que la violencia de género contra las mujeres es un problema de derechos humanos, y no sólo un asunto privado en el que el Estado no debe interferir”, sin embargo esto último es lo que el gobierno de López Obrador realiza. Bajo su esquema de traición y engaño no interviene, aunque diga lo contrario, los hechos lo desmienten, los números son claros y dolorosos.
De acuerdo a la secretaria de Seguridad Pública del gobierno actual, Rosa Icela Rodríguez, para el presente año se destinaron 232,732 millones de pesos para la igualdad entre hombres y mujeres, con lo que se aparenta un incremento del 82% respecto al presupuesto de 2021. cuando se asignaron 128,354 millones de pesos. Sin embargo, esos recursos se enfocan en programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Tandas para el Bienestar, Beca Universal de Educación Media Superior y no para programas específicos para atender y prevenir la violencia.
La realidad es que López Obrador recortó al menos 11 programas que tienen que ver con el cuidado, la atención y la defensa de la mujer y otros sufrieron un recortes, por ejemplo desapareció El Programa de Apoyo al Empleo (PAE), entre su población objetivo de 2019 había un millón 646 mil 188 mujeres que estaban en busca de un trabajo. También borraron el Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, que en 2019 disponía de 207 millones 865 mil 954 pesos.
Disminuyó recursos para el plan de Políticas de Igualdad de Género en el Sector Educativo, al que le quitaron 77% de su presupuesto (6 millones 957 mil 914 pesos); el Programa para el Monitoreo y Evaluación sobre la Política en Materia de Igualdad de Género perdió 13% de su gasto. Asimismo Recursos para la atención de niñas, niños y adolescentes, el programa de protección y restitución de los derechos de este sector tuvo un recorte de 3%, mientras el plan para atender asuntos relacionados con menores sufrió una disminución de 23%.
De nada sirve que en el país se declaren Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres a través de las cuales se deben desplegar “acciones gubernamentales de emergencia” para enfrentar y erradicar la violencia feminicida. Actualmente en 22 de las 32 entidades (68%) se han declarado Alertas y el recurso que se les asigna a los estados y municipios apenas alcanza los 500 pesos diarios.
El año 2021 se ubicó como el año más violento para las mujeres en México, 1004 feminicidios, pero en el país 2,746 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso. Cuando se suman las víctimas de ambos delitos, el año anterior murieron violentamente 3,750 mujeres, es decir en promedio 10 cada día.
“No necesitamos una política de gobierno, sino una política de Estado que garantice el derecho de las niñas y mujeres a vivir una vida libre de violencia”, lo gritan a toda voz los grupos feministas, los de derechos humanos, pero sobretodo las mujeres en la calle, las madres y las hijas todas.
Pero no para en eso, también las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha publicado que en el 2021 delitos como la violación aumentaron. Entre enero y diciembre se registraron 21,189 víctimas, cifra que representó un incremento de 28% respecto a las 16,544 reportadas en 2020. Antes de López Obrador en 2015 la cifra era de 12 619; en 2016 llegó a 13 539 y en 2018 pasó a 13 520, después brincaron a 15 mil, 17 mil, hasta las más de 21 mil el año pasado.
De acuerdo con esas cifras, en promedio cada día se cometieron 58 violaciones. Al igual que con los feminicidios, las violaciones han registrado sus números más altos desde que inició el gobierno de López Obrador.
En el presente año las violaciones en el mes de marzo ya alcanzaron la cifra de 2 mil 287. De enero a marzo de 2022 se registraron 229 presuntos feminicidios en el país. Además, en el primer trimestre 628 mujeres fueron presuntas víctimas de homicidios dolosos, mientras que un total de 888 fueron víctimas de homicidio culposo.
Si se suman las tres tipificaciones, las cifras arrojan la muerte de 1.745 mujeres por presuntos homicidios en el primer trimestre del año, poco más del 10% están tipificados como presuntos feminicidios.
En marzo, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio ponía las cifras bajo otra óptica, recalcando que entre 10 y 11 mujeres son asesinadas al día en el país.
Para López Obrador es el modelo neoliberal el culpable de los feminicidios y violencia de género que hay en el país: “Pues yo siento que el problema, la falla de origen, es el modelo imperante (neoliberalismo) durante mucho tiempo, creo que se dejaron de promover principios, valores, se quiso eclipsar todo el sistema de vida inspirado en nuestras culturas, en nuestras grandes civilizaciones, por un sistema materialista, individualista, egoísta”. Parece que para él deberían quedarse en su casa, encerradas, cumpliendo con las labores del hogar”, al menos para muchas y muchos eso significan sus palabras, es lo que atrás de lo que dice existe en su cabeza.
Así es como después de poco más de tres años de la 4T, no se ha logrado disminuir la violencia contra las mujeres y las niñas, en cambio sí ha disminuido o quitado los recursos de apoyo para mejorar y lograr una vida sin violencia.
A ellas, a mujeres y niñas, el traidor de Macuspana las ha abandonado, las ha traicionado, aunque culpe a otros. Pero la sangre de ellas corre en el país día a día, sus cuerpos siguen presentes en cada grito de “Ni una Más”, en cada monumento que se erige para no olvidar, en cada madre, hija o abuela que les llora.
Medias Tintas SLP 