ARDE MICHOACÁN

La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes

tendrán prohibido pensar, para no ofender a los imbéciles.

Fiódor Dostoyevski

  Por Marco Antonio Zárate Mancha

En trabajos anteriores hemos abordado la importancia del cuidado de los bosques, no solo de Michoacán, sino de todo el orbe. En los extraños tiempos que discurren, vemos pasmados, como el engaño, la estulticia, la coyuntura, la mediocridad, comandan las acciones de los gobernantes. Ya no hablemos de la ciudadanía en general, en que es moda ser soez y parecer estúpido.

No me desviaré. En días pasados viajé a la zona lacustre de Pátzcuaro. Sobra decir que el lago está cada vez más seco. El cerro “Tzintzuntzan”, por el lado de Ihuatzio, mostraba cinco columnas de humo de un mismo número de “incendios”. Cada año, por esta época, se recrudecen los incendios o quemas controladas como les llaman.

Gente irresponsable o de plano el “crimen organizado”, bajo el pretexto de los intensos calores, quema los bosques para sembrar huertos de aguacate o cultivar pastizales para alimento de ganado… Escudados con el argumento de que “el bosque ya se quemó”, acuden ante las autoridades para solicitar cambio de uso de suelo. Y, como para las diferentes administraciones esas gestiones representan ingresos —dado lo estranguladas que están las finanzas públicas por la rampante rapiña—, por lo general terminan otorgándose los permisos. No saben o no les importa, que con esa actitud irresponsable están dañando seriamente los ecosistemas y comprometiendo el futuro de las ciudades, de sus habitantes y del suministro de agua.

Un breve recuento. Los bosques proporcionan “servicios ambientales” vitales que benefician a la vida en general. Tales como: producción de oxígeno y madera (bajo aprovechamientos bien administrados), resina, generación de lluvias, captación de lluvia y recarga de acuíferos, tanto escurrimientos superficiales como los importantísimos mantos freáticos. Ya no hablemos de la flora y fauna que los habitan. Personalmente he visto cacomixtles en los caminos del sur de Morelia, en que aún hay grandes zonas arboladas…   

No obstante la primordial importancia del bosque, la corrupción y falta de vigilancia, hacen que los bosques mexicanos sean depredados por manos y autoridades irresponsables o por decir lo menos, omisas.

En días pasados se hablaba de al menos 5 mil hectáreas de bosques michoacanos ardiendo. Pueden haber sido muchas más. Se avecina la temporada de lluvias y, si los incendios son tragedia que arrasa los bosques, las fuertes lluvias traen algunos beneficios momentáneos, como extinguir los incendios y recuperar parte de la flora arrasada. Pero, también detrás de las lluvias fuertes vienen los deslaves por la falta de la cubierta vegetal que amortigua su caída. Entonces las providenciales lluvias que son esperadas con ansias, se vuelven torrentes o caudales sin control que arrasan todo a su paso.

Cada año las lluvias son más intensas y las laderas de las cañadas que han sido taladas, se vuelven un peligro por las avalanchas, deslizamientos o deslaves que ocurren por la ausencia de árboles que amortigüen la caída de la lluvia. Es imperativo exigir que tanto autoridades como ciudadanía actúen decididamente para frenar la quema irresponsable de los bosques, así como negar permisos para instalar nuevos huertos de aguacate. En su lugar se debe trabajar sobre el mejoramiento de las prácticas culturales de los huertos existentes, mejorando sustancialmente el aprovechamiento de agua y utilizando agro componentes orgánicos que no contaminen ríos y mantos freáticos. 


Marco Antonio Zárate Mancha

Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Michoacana. En sus inicios trabajó en el Grupo ICA. Posteriormente colaboró en la Secretaría de Programación y Presupuesto, en el Sistema Alimentario Mexicano de la Presidencia de la República. A su paso también se ha desempeñado en la Canacintra México, en el programa TIPS de Bancomext, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el Gobierno de Michoacán y en el municipal de San Luis Potosí. Ha sido y es empresario y esporádicamente ha colaborado en diversas publicaciones impresas y electrónicas, como: Quadratín, Homozapping, revista AM Blues, Alternauta, Revista Transformación de Canacintra y Fórum Financiero, entre otros.


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