DESTINTES POLÍTICOS

Por David Medrano.

UNIVERSITARIOS EN APUROS 

No es el mejor momento el que atraviesa la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, su rector Alejandro Zermeño, extraviado en imagen y desempeño en una fea escala de grises, ha tenido que sortear además la falta de conectes o relaciones de peso que le ayuden de alguna manera, al menos en proyección, la epidemia de COVID ha hecho lo suyo, y la asfixia presupuestal que le impone año con año el gobierno federal, no permite gran cosa, menos cuando los señores del dinero y del presupuesto de la Federación, les inspira desconfianza algunas instituciones, porque las observan como feudos particulares, son reductos de un viejo sistema que la Cuatro T se esmera en desmantelar desde 2018.

El caso es crítico, la precariedad de las finanzas universitarias para muchas cosas trabajan revolucionadas, en otras no, la escasa obra avanza con lentitud, no así los pagos de la nómina que consumen la mayoría de los recursos de la UASLP.

El único favor solicitado por la Universidad en aspectos financieros, no tuvo que ver con desarrollo de nuevas instalaciones, otro campus, mejoras en infraestructura, programas académicos novedosos o especializados, tecnología de punta. Nada de eso.

El favor y se lo hicieron, el préstamo de dinero, se hizo para cubrir ni más ni menos que una pecaminosa nómina. No gustó a algunos señores con la capacidad de decisión en SLP, se hubiese accedido, después de todo la UASLP tiene un presupuesto y en él se prevén todos esos gastos, deben estar cubiertos.

No se ha visto en el rectorado gris de Zermeño, alguna transformación o proyecto en específico, con el que se vean obligados a distraer recursos del presupuesto universitario. Si lo hay ejemplos a la expresión presidencial de un elefante reumático, ese lo es la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Entre las dudas que se plantean con frecuencia en diversas tarjetas, en reuniones a las que llega el rector Zermeño es qué se hace con el dinero en la UASLP o cuáles manejos son los que hacen ahí.

Con un presupuesto de poco más de 3 mil millones de pesos anuales, muy parecido al del ayuntamiento capitalino que dota con el presupuesto servicios públicos, enfrenta compromisos de pago de deuda, la Universidad no; la casa universitaria no se ve distinta en términos físicos, a los años pasados.

La UASLP, alguien ya debería decírselos, va con la conducción de Zermeño, contra una de las máximas de estos seis años, la austeridad rígida, simple y llana, aplicada en cada renglón posible. 

El gobernador Ricardo Gallardo hace meses lo plasmó muy bien, con un sentido muy práctico: no hay dinero, a conseguirse, nada de salarios millonarios y costosas prebendas o bonos para sus colaboradores, y los redujo en forma inmediata. Aún los hay funcionarios que con mueca en cara de vez en vez sueltan con amargura que su salario se redujo en forma sustancial. 

A la burocracia, hasta donde fue posible, le han quitado su régimen de excesos, bonos extraordinarios que no estaban fundamentados, o en todo en lo que se pueda, para que haya ahorros. 

El último conteo que hizo Gallardo dijo que acumulaban mil 500 millones de pesos en ahorros, y que les permitirá el desarrollo de obra en el área metropolitana. 

En la Universidad en contraparte, naufraga en la incertidumbre presupuestaria, su nómina costosa le impide fondeo de proyectos en infraestructura, y, además, hay incomodidad, inconformidades que ya activaron auditorías por parte del organismo fiscalizador. 

Hasta hace poco, la UASLP se manejaba en la comodidad que posibilita la autonomía, y saberse auditados sólo en pequeñas muestras por la Auditoría Superior de la Federación. La sospecha que algo no checa, causó que ahora también la revisión desde el ámbito local, sea hecha con una mayor profundidad. 

No es para menos, el manejo del dinero genera sospecha, y le resta credibilidad y seriedad a los pucheros y lloriqueos vertidos, en torno a la escasez de recursos y limitaciones. 

La Universidad reporta una cosa, en su cuenta pública, y dice otra en sus sitios electrónicos de transparencia, reporta cifras muy diferentes, lo constatamos en la revisión de ambos casos, y arrojó una diferencia de poco más de 983 mil pesos. Como institución educativa tiene diferentes fuentes de ingreso desde aportaciones, convenios, transferencias, venta de bienes y prestación de servicios, subsidios, entre otros. Mientras que sus egresos son muy claros, nómina lo más costoso, contra lo muy mínimo obtenido en ahorros que promueve la casa de estudios. 

Quizá la cifra no sea muy representativa, pero comprobaría la sospecha que tienen algunos señores responsables del dinero que llega a SLP para todos: algo raro sucede en las finanzas universitarias, no se entiende sus remilgos y moqueras, cuando hay anomalías demostradas, no se hace por contener el gasto y la costosa universidad no destaca ni siquiera por grilla. 

Zermeño antes de ser rector, tenía un burocrático modo muy pacífico, como director de la facultad universitaria de Medicina. No se le identifica ni antes ni ahora, como alguno de los tiburones que navegan en las aulas dispuestos a desafiar al rector en turno. 

Como sucede en la mayoría de los casos, le vendieron la posibilidad de la rectoría, donde ganó por la animadversión que había contra Manuel Villar Rubio. 

El rector se extravía más en sus grises, en una frecuencia parecida a su relación con  actores políticos indispensables: el gobierno estatal, ANUIES, y un variado más. Zermeño así sigue, en el Consejo Consultivo Potosí del que la UASLP forma parte, no se le ve bien, hay los que aseguran ni siquiera acude a veces a reuniones de trabajo, la información generada no se le comparte o se le ignora, por lo que pocas ocasiones conoce los temas. O no quiso ir o no lo invitaron al evento en que presentaron los macro proyectos de movilidad, para el área metropolitana. 

Así o más claro. 

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Lo han guardado con mayor sigilo por una razón motivada, en un desquite obligado, la investigación está activada contra tres ex funcionarios del gobierno de Juan Manuel Carreras López, por el desfalco cometido con la construcción de Red Metro. La pista más clara es la que nos comparte un confidente: no está aquí en SLP, lo buscan fuera.

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Los nuevos millonarios al concluir el gobierno de Juan Manuel Carreras, se hicieron también nuevos empresarios inmobiliarios, desde los que adquirieron propiedades, casa y hoteles en San Miguel de Allende, Guanajuato, hasta los que promueven fraccionamientos en la zona dorada del municipio de Villa de Reyes. 

Es en las propiedades, en donde optaron para cuidar su dinero. Carreras, por ejemplo, ahora también se le relaciona con compras de viviendas tipo residenciales, en desarrollos aledaños al de Villamagna, cercanía con Capulines. 

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Es de entre 2 mil y 2 mil 500 millones de pesos, el crédito que tramitará el gobierno estatal, para financiamiento de obra. Entre sus costos, deben valorarse aquellos que van más del aspecto político. 

La aduana legislativa es cara, y como siempre, hay voracidad entre los diputados. 

dmedranou@gmail.com 
@MEDCORP

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