ECOS DE LA MARCHA DEL 13 DE NOVIEMBRE DE 2022

Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder. El poder no corrompe; desenmascara.

Pitaco de Mitilene

El perdedor radical puede estallar en cualquier momento. La única solución imaginable para su problema consiste en acrecentar el mal que le hace sufrir. […] Resulta que el violento es extremadamente susceptible en lo que se refiere a sus propias emociones. Una mirada o un chiste son suficientes para herirle. No es capaz de respetar los sentimientos de los demás, mientras que los suyos son sagrados para él.

[…] Para el que se atribuye a sí mismo una superioridad tradicionalmente incuestionada y no se ha resignado a que el plazo de esa primacía haya caducado, será infinitamente difícil asumir su pérdida de poder.

Hans Magnus Enzensberger. El perdedor radical.

El miedo (psicológico) es el movimiento del pensamiento que va de la certidumbre a la incertidumbre.

Jiddu Krishnamurti. Qué es el miedo

Marco Antonio Zárate Mancha

Ante los embates de un hombre necio, como se autodefine: “Soy muy necio”; y que en los últimos programas mañaneros se dedicó a insultar y ridiculizar a millones de ciudadanos que fueron convocados a marchar para defender al Instituto Nacional Electoral, INE, de sus desesperados intentos por reformarlo y mangonearlo a su antojo para mantener el poder, el pasado domingo 13 de noviembre —coincidentemente su cumpleaños 69— diferentes organizaciones de la sociedad civil convocaron a una marcha ciudadana en defensa de nuestro último bastión guardián de la democracia, el INE, construido a través de largos años de lucha de miles de mexicanos amantes de la democracia.  

La marcha, o como dijera Alfredo Figueroa: “las marchas” —ya que no solo marcharon en la Ciudad de México— movilizaron a cientos de miles de ciudadanos en más de 50 ciudades del país. En todas ellas las concentraciones rebasaron —y con mucho— las más altas expectativas de sus organizadores. Tal es el caso de la marcha moreliana que diferentes observadores estiman en cerca de 40 mil personas.

La espontaneidad de la ciudadanía es algo muy refrescante ya que no hubo Frutsis, ni tortas ni pagos de 200 o 500 pesos… Lo que llevó a la ciudadanía libre y soberana a manifestarse fue la defensa del INE del autócrata en ciernes. Para muchos mexicanos fue su primera manifestación y constató su poder ciudadano. Esa es la mayor lección: el poder de verdad dimana del “pueblo” y eso quedó perfectamente claro a millones de compatriotas.

Lo ocurrido el 13 de noviembre fue una grata sorpresa y modificó sustancialmente los escenarios todavía prefigurados el 12 de noviembre pasado, por cierto día del cartero… La enorme afluencia —hay que repetirlo— fue una contundente señal, tanto para observadores como avezados políticos, de que el tabasqueño va en caída libre y por tanto encendió las luces rojas de los tableros y los sabuesos han olfateado que la presa está herida de muerte…

En conferencia de prensa, un día después de las marchas, el senador Germán Martínez endureció su discurso y señaló: “la oposición no está ni electoral ni moralmente derrotada, eso quiso decir la marcha de ayer… y lo que está herido (sic) con la marcha de ayer es la reforma electoral obradorista”. El senador Martínez aprovechó el foro para invitar a su par Ricardo Monreal a sumarse al Grupo Plural del senado.

Por su parte, Alejandro “Alito” Moreno”, golpeado hasta el cansancio por la gobernadora Layda Sansores, tomó aire y se salió del huacal en que lo tenía la campechana y la mano que en verdad mece la cuna. No obstante, el priista puede volver al redil si le aprietan duro las tuercas. Ya veremos… Pero por lo pronto “Alito” se sumó a la marcha del domingo 13, al igual que el senador Germán Martínez y ha declarado que no apoyará la reforma de López Obrador.

Y es que nadie en su sano juicio querrá tercamente seguir en ese navío que zozobra, pero tal como sucede en los naufragios, al principio el hundimiento es lento mientras se achica desesperadamente el agua que brota por doquier y se devuelve al mar, pero una vez que los caudales se suman y son mayores al achique, el desastre es inexorable, la catástrofe es inevitable. Y es que las nutridas marchas precipitaron, cambiaron los escenarios y mostraron una sociedad organizada, ordenada, pacífica —con saldo blanco en todo el país— y solo hubo unos cuantos exabruptos como el de la innombrable diputada “trans” que se infiltró en la marcha de la Ciudad de México, e intentó provocar a varios marchistas sin lograr sacarlos de balance. De ese tamaño las cosas. 

Al cambiar la marcha los escenarios, algunos políticos en un santiamén se reposicionaron como el ninguneado Ricardo Monreal, cuyo capital, a los ojos del “destapador” no le alcanzó para ser listado como “corcholacra”. Ahora, con ese empujón ciudadano, tomará en breve una decisión ya cantada; y se dará en el momento en que el tabasqueño más lo necesita. “Monrri” se llevará sus canicas y, la impresión, es que no se irá solo… Aprovechó estos días para fotografiarse con un enorme guante de box y declarar que se irá a España y por tanto le será imposible asistir a la marcha del 27…

No solo el zacatecano Ricardo Monreal vislumbra nuevos aires, también el diputado potosino Juan Ramiro Robledo, actual presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, consultado por Carmen Aristegui, dejó entrever que por los tiempos que se avecinan, será difícil poder llevar a cabo todos los procesos inherentes para realizar los cambios que el macuspano pretende efectuar a las leyes secundarias para reformar al INE, antes de que concluya el año. Casi casi dio carpetazo a la obstinación del inquilino de palacio.

En la suma de dimes y diretes en torno a la reforma del INE, el ministro de la SCJN en retiro José Ramón Cossío, argumentó que no es posible ningún cambio como los pretendidos por el presidente, toda vez que necesariamente habría que modificar los artículos 41 y 99 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y eso no será posible ya que no se cuenta con el número de votos en sendas cámaras.

El presidente realmente tiene miedo de perder el poder y sus pataletas y berrinches en las mañaneras de la posmarcha son una clara evidencia de lo hondo que caló el movimiento en defensa del INE y en contra de su propuesta reformista.

La pregunta es: ¿Si está seguro de ser el presidente más popular del mundo; si como asegura no hay corrupción en su gobierno y todo en Amlolandia es perfecto, a qué teme? ¿No está seguro de sus éxitos? ¿De sus obras faraónicas? ¿Del apoyo de sus mascotas?

El lunes 14 López Obrador estaba desencajado. Imposible no mostrar su contrariedad. Incluso aventuró que habrían sido entre 50 o 60 mil los manifestantes, refutando al secretario de gobierno de Claudia Sheinbaum que azorado frente a las cámaras del C-5 solo contó entre 10 o 12 mil marchantes. Todo indica que el día después de la resucitación ciudadana había descontrol en las filas de la 4T.

El inquilino de palacio es un hombre iracundo. Eso se ha hecho patente muchas veces en sus exabruptos. El último testimoniado fue el pasado jueves 17 cuando al terminar su conferencia mañanera dijo: “¡Ya me voy, ya me enojé![i] …  La ira parece ser consustancial en su trágica historia personal. Al respecto transcribo este interesante texto[ii] respecto a la ira:

“La psicología moderna sostiene que experimentamos ira o enfado cuando sucede algo que nos hace sentir amenazados o que de algún modo nos impide conseguir algo que queremos. Cuando nos enfadamos, podemos atacar la amenaza o bien arremeter contra todo lo que se nos pone por delante en un intento por superar la frustración.

[…] Desde una perspectiva neurocientífica, la ira estimula la amígdala y varias otras áreas del cerebro relacionadas con el miedo. Parece, pues, que la ira puede ser una reacción al miedo. Al fin y al cabo, éste es, por definición, una respuesta a una amenaza”. 


[i] https://escucha.los40.com.mx/audio/20221117232449/

[ii] Richard Firth-Godbehere. Homo Emoticus. La historia de la humanidad contada a través de las emociones. Penguin Random House, Grupo Editorial. 2022. Pág. 211.


Marco Antonio Zárate Mancha

Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Michoacana. En sus inicios trabajó en el Grupo ICA. Posteriormente colaboró en la Secretaría de Programación y Presupuesto, en el Sistema Alimentario Mexicano de la Presidencia de la República. A su paso también se ha desempeñado en la Canacintra México, en el programa TIPS de Bancomext, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el Gobierno de Michoacán y en el municipal de San Luis Potosí. Ha sido y es empresario y esporádicamente ha colaborado en diversas publicaciones impresas y electrónicas, como: Quadratín, Homozapping, revista AM Blues, Alternauta, Revista Transformación de Canacintra y Fórum Financiero, entre otros.

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