EL RACISTA AUTORITARIO DE PALACIO CONVOCA A SU MARCHA

Por Tinta Oscura

El presidente López Obrador anunció que será quien encabece una marcha, a la cual convoca, el próximo 27 de noviembre, que irá del Ángel de la Independencia al Zócalo de la ciudad de México. Esta convocatoria que emanó desde el templete matutino del pasado miércoles, es la respuesta a la marcha ciudadana del pasado domingo 13 de noviembre.

Es muy fácil destruir, como lo hizo con el aeropuerto de Texcoco, con el Seguro Popular, con las estancias infantiles, escuelas de tiempo complete y hasta mandó, como muñeca fea, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos al rincón del olvido, ahora pretende dominar al  Instituto Nacional Electoral, pero los ciudadanos le hemos dicho que no, que “el INE no se toca”.

Y eso lo puso como energúmeno, porque la calle dejó de ser de López Obrador, para regresar de manera legítima a los ciudadanos, quienes decidieron, decidimos ir al espacio que no calla, la calle. Esto prendió la furia del habitante de un palacio.

Cansados de todo lo destruido, y del insulto mañanero al llamarnos “¡ hipócritas, corruptos, clasistas y racistas!, la descalificación, como siempre, sin argumentos, pero en esta ocasión provocó que el ciudadano se decidiera y saliera a decirle un ¡ya basta!. Y él quiere “medir fuerzas” y convoca a una marcha.

Fue desde su mismo partido, de un militante de morena, de un joven que destacó por defender la famosa transformación a la que se comprometía López Obrador en campaña, fue el hoy el analista Gibran Ramírez, quien le  ha dicho a través de su cuenta de Twitter:

“No tiene mayor mérito movilizar desde el poder. Todos los presidentes en nuestra historia llenaron el zócalo. La hazaña fue llenar la plaza desde la oposición pese a los obstáculos que ponía el oficialismo.

La base de la movilización serán las estructuras políticas corporativas afines al oficialismo y los beneficiarios de los programas sociales a quienes ya están convocando desde hoy. Nada que ver con lo que fueron las movilizaciones del obradorismo de antes”.

Y es que al igual que José López Portillo, que el mismo Luis Echeverría, cuando convocaron a buscar el apoyo a sus decisiones, a su gobierno, lo hicieron desde el poder, contaban con las organizaciones corporativas como CTM, CNC, CROM entre otras.

Hoy López Obrador cuenta con los beneficiarios de programas sociales: Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños Hijos de Madres Trabajadoras; Sembrando Vida; Jóvenes Escribiendo el Futuro; Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros.

López Obrador es el clásico ejemplo de lo que fue el llamado “presidencialismo”, cuando el titular del ejecutivo decidía todo y por todos. Del autoritarismo autoritario, porque no tuvo visión de estado; es un  racista al llamarnos “ladinos” a los concurrentes a la defensa del INE.

Cuando vió que por mucho se había rebasado a las organizaciones convocantes y verdaderamente los “aspiracioncitas” decidimos salir a invadir las calles en más de 50 ciudades del país, entonces el “ardor” llegó y ahora pretende mostrar que su músculo es mayor al llevar a la gente a la calle, como si fuera competencia.

Desencajado cita a lo que el llama “pueblo” a marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México, y asigna cuotas para que logre tener más gente que la de la marcha en defensa de la democracia.

Va con sus acarreados y vuelve a olvidar que gobierna para todos y todas en este país, bueno su egocentrismo y fanatismo nunca se lo ha permitido. Pero debe quedar claro que la marcha ciudadana no busca competir, sino defender lo que es nuestro: La democracia.

«Muchos quieren venir, de todo el país, a participar, este es un movimiento de millones», expresó el Presidente. 

A través de redes sociales, opositores al Presidente, así como usuarios, respondieron a López Obrador por haber convocado a una marcha, antes del informe que dará el 1 de diciembre en el Zócalo por sus cuatro años en la Presidencia.

“-¿Ah sí? Pues vamos a ver quién la tiene más grande… -dijo el pobre hombre borracho de vanidad y de poder”, escribió el periodista Víctor Trujillo.


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