DE VOTAR CONGRESISTAS POTOSINOS A FAVOR DE LA REFORMA ELECTORAL SERÍAN TRAIDORES

Por Claudio García.

Hace 30 años, un 23 de noviembre, surge el Consejo Estatal Electoral de San Luis Potosí, el primer órgano electoral que fue considerado “ciudadano” en México, gobernaba el ingeniero Martínez Corbalá, después de la renuncia de Fausto Zapata a la gobernatura del estado.

Se integra el el primer consejo electoral ciudadano en méxico 1992, muy distinto al de 2022 no había élite dorada. Ha escrito en un Tweet quien mejor conoce de lo acontecido y como se formó ese consejo, el licenciado Gustavo Barrera, quien fungía como secretario de Gobierno.

No fue gratuito porque no fue concesión de nadie, se debió a la movilización ciudadana, impulsada en su momento por el doctor Salvador Nava Martínez y que gracias a mentalidades como la de Barrera se logra una ley electoral que pone al ciudadano al frente de los procesos.

Aquellos primeros consejeros fueron: Luis García Julián como presidente, Jorge Puga Arriaga, Gonzalo Benavente González, Manuel Gómez Madrazo, Daniel Diep Diep, Carlos Mendizábal Acebo, Pedro Martínez Herrera, José Hernández Garza, Guillermo García Navarro y Héctor Hernández Rodríguez.

Es el antecedente de lo que hoy conocemos como el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, el CEEPAC. Y fue aquí en San Luis Potosí, como ha sucedido con otros hechos, un organismo en manos del cual quedaban las elecciones. No se hizo mal, por el contrario, ya que gracias a este tuvimos un IFE y hoy un INE.

Y fueron potosinos, juristas, ciudadanos, por eso hoy extraña que desde la cámara de diputados federal existan personajes de la vida política potosina que vivieron esa transición, del control absoluto de las elecciones por el gobierno, a que lo tuvieran los ciudadanos y ahora lo pretendan regresar a lo que tanto daño le ocasionó al país, sobretodo cuando desde aquí surge el cambio.

No podemos volver a vernos en aquellos años en los cuales todo el control lo tenía el gobierno a través de la secretaría de gobernación. El control del padrón y de la ubicación de la casillas, del cuento y recuento de lo votos, de poner a los funcionarios de casilla y bloquear a los de oposición.

Es, sería, una vergüenza para San Luis Potosí, para su historia de lucha ciudadana que el control de las elecciones llegara otra vez a manos del gobierno en turno. Ayer era el PRI, hoy Morena. Sería una traición a la lucha histórica, al triunfo ciudadano, si los diputados, senadores potosinos votaran e impulsaran la reforma del habitante de un palacio. Serían llamados traidores.

En un contexto de desencuentro político y social en San Luis Potosí, hace 30 años nació el Consejo Estatal Electoral, el primer órgano electoral con carácter ciudadano del país.

En el México de entonces, el poder presidencial era absoluto. Carlos Salinas de Gortari encabezaba un sistema político diseñado para eternizar el régimen de partido único. La oposición empezaba a crecer y la sociedad se mostraba activa y demandante.

La simbiosis Gobierno- Partido definía quienes accedían al poder, por lo general, a través de elecciones fraudulentas. Cuando era necesario, actuaban con dureza y frecuentemente recurría a la represión.

Era un régimen autoritario que tenía como instrumento electoral al Partido Revolucionario Institucional.

En 1991 se habían celebrado unas elecciones que, por la dimensión del fraude, motivó una movilización social y política nunca antes vista.

Fausto Zapata Loredo resultó electo en una contienda marcada por la sospecha fundada de que el PRI había ganado gracias a una larga lista de irregularidades cometidas antes, durante y el mismo día de la jornada electoral.

El Doctor Salvador Nava Martínez, articuló un movimiento que cimbró al gobierno central de Salinas. Decenas de miles de personas tomaron las calles y plazas públicas para alcanzar tal punto de presión política que el presidente Salinas se vio en la necesidad de intervenir en un San Luis que vivía en la ingobernabilidad.

Zapata Loredo se separó del cargo cuando apenas habían pasado 14 días de su toma de posesión, aunque dejó en el tintero, un proyecto de reforma electoral de fondo.

Tras la salida del priista, llegó como gobernador interino, Gonzalo Martínez Corbalá y lo primero que hizo, fue recuperar ese proyecto de reforma.

La exigencia del movimiento navista estaría por tomar camino hacia la gran reforma que le quitó al gobierno la organización de los procesos electorales.

Hoy 23 de noviembre se cumplen 30 años de ese suceso histórico.

La clase política y la sociedad pusieron punto final al conflicto que convulsionaba al estado y desde entonces, el Secretario General de Gobierno dejó de ser el presidente del organismo electoral y pasó la responsabilidad a un ciudadano.

Gustavo Barrera López, en su carácter de secretario General de Gobierno, tuvo a su cargo la apertura e introducción del acto en el que el Consejo Estatal Electoral se constituyó como organismo ciudadano.

El abogado fue quien se encargó del diseño de la reforma desde el principio y después, la concluyó con ese acto, en el que Luis García Julián se convirtió en el primer presidente del Consejo.

Se integraron consejeros electorales ciudadanos para dar certeza, confianza y credibilidad a una institución que actuaba como instrumento político del gobierno.

Mañana, a las seis de la tarde, en el Auditorio Rafael Nieto de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, se exhibirá el cortometraje documental, “Metamorfosis, Transformaciones de una Autoridad Electoral”.

La celebración del 30 aniversario es trascendente. La historia de esas tres décadas, es ya otra cosa, tan así, que el primer ciudadano que fungió como presidente del organismo, años después fue candidato del PRI a la gubernatura.

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