TINTAS POLÍTICAS

Por Tinterillo.

REUNIÓN.- Veremos qué sale de la reunión que sostendrán diputados federales electos del PAN, PRI, PRD quienes se encerraron el fin de semana para generar una agenda común y acordar los temas principales que tratarán en la legislatura. Por lo pronto todos llevan ya el presupuesto 2022 y la reforma electoral, de esta última se opondrán a que el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Federal Electoral sean tocados por Morena y sus aliados. Ambas instituciones odiadas por el habitante de palacio.

FRUSTRADO FESTEJO.- Ya todo listo para la gran fiesta que organizaba Layda Sansores porque le entregarían la constancia de mayoría que la acreditaría como gobernadora de Campeche, y que la dejan con la mano extendida y sin pachanga, por lo menos hasta que se cumpla con el ordenamiento del Tribunal Electoral de abrir los paquetes electorales y volver a contar los votos.

DESMEMORIADO.- Por cierto que ante lo ordenado por el Tribunal Electoral para Campeche, el recuento de votos, el dirigente de Morena Mario Delgado expresó que “sigue con su robadera” y que de manera ilegal pidió un recuento total de votos y que “es curiosos que sea el estado del presidente del PRI”. A este cuate se le perdió la memoria y no recuerda que en Puebla se contaron hasta 3 veces los votos y todo porque su partido lo solicitó y su candidato, hoy gobernador de la entidad camotera, ganó. No el ilegal porque la ley lo permite y nadie se ha robado nada. Y para acabarla anda perdido pues el partido que impugnó la elección fue Movimiento Ciudadano de Dante Delgado y no el PRI, de “Alito”, pero igualito a su jefe, el que vive en un palacio, es desmemoriado y mentiroso.

¡A QUE BUEN MEDICINA!-Una voz militar se escuchó en palacio que decía “¡ya llegó, ya llegó, la untadita para el jefe!”. Sin duda una cura para el ardor que le causó que sus “esclavos” o “zombies” que tiene en el Congreso no pudieran generar un periodo extraordinario y cumplir con su capricho, con su orden. Quería ya su extraordinario  y definir así la Ley federal de Revocación de Mandato y su reglamento, pero aquella llamada que le decía “no pudimos señor, no se pudo, nos ganaron porque faltó un voto” provocó aquel ardor que le impidió sentarse, por eso el alivio al escuchar aquello de uno de sus guardias y luego de una untadita (salve sea la parte) exclamó “¡a que buen medicina la vitacilina! 

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